Resumen:
Estimados lectores:
Con satisfacción ponemos a vuestra disposición este nuevo número de nuestra
revista de edición semestral “Desafíos”, esperando que la selección y edición de los artículos que les entregamos sea de su agrado. Como en ocasiones anteriores, los trabajos candidatos a publicación han sido sometidos a un cuidadoso proceso de revisión y aprobación; siendo elegidos, para esta oportunidad, un conjunto de ellos que guardan estrecha relación con la realidad de nuestra región.
En toda sociedad existen dos servicios que son básicos para asegurar la calidad de vida de la población, nos referimos a la Educación y a la Salud. En nuestra realidad, estos servicios tienen problemas estructurales graves y son el primer eslabón en la cadena de problemas que aquejan a nuestra nación.
En el lado educativo, si bien hemos mejorado gradualmente en las pruebas internacionales que miden el desempeño de nuestros alumnos, la realidad nos dicta que la brecha educativa en términos de calidad y penetración aún es grande. En el lado de la salud, tenemos un servicio público colapsado y desabastecido. Esta realidad nos ubica como un país que enfrenta serios problemas para traducir el crecimiento macroeconómico de la última década en un mejor estatus de vida para los peruanos.
Si bien la corrupción se perfila como el génesis de esta crisis, nosotros creemos que el
problema es más profundo y estructural; por ende, bastante más difícil de solucionar. Si hacemos la analogía del Perú como un paciente enfermo, entenderemos que sólo un buen diagnóstico podrá salvarle la vida. En la misma analogía, la investigación científica es uno de los remedios más potentes que tenemos a la mano; si es aplicada nos ayudará a dar con el diagnóstico, si es básica o pura, nos permitirá desarrollar valioso conocimiento para mejorar la realidad de nuestro país.
El problema surge cuando sabemos que la investigación es la solución y no recibe el
impulso ni el financiamiento adecuado por parte del estado, si bien en el sector privado se hace investigación, la misma suele referirse a temas más específicos y no suele ser de dominio público.
Se requiere un sistema nacional de investigación, en que el gobierno en sus distintos niveles forme alianzas estratégicas con las universidades e institutos técnicos, para financiar y potenciar la investigación científica en nuestro país.
Si la investigación no salta del papel a la acción no tendrá ningún impacto. Desde
esta tribuna hacemos nuestra contribución entregando una serie de artículos, producto de investigaciones serias y orientadas a entender problemáticas tanto en el sector educación como en el sector salud, circunscribiéndonos geográficamente al que podría ser nuestro campo de acción más inmediato, nuestra región.
Esperamos, nuevamente, que las horas invertidas por nosotros para alcanzarle estos
artículos y por Ud. lector para tomarnos la posta tengan un provechoso porvenir en favor de la investigación científica y el desarrollo de nuestra región y nuestro país.